jueves, 11 de diciembre de 2008

Una breve introducción

LLevo ya un par de meses escribiendo en diversos medios; casi siempre con el apodo El flagelador de [los] regres. Me he encontrado con toda clase de reacciones, pero me ha sorprendido que en general, a pesar de que muchas veces lo que digo lo hago de manera bastante dogmática y simplista, se ha acogido positivamente. Me encuentro pues que en Internet hay el espacio suficiente para defender una serie de ideas que pensaba resultarían muy radicales comparadas con las que se suponen comunes, y que hay gente receptiva a ellas, tanto a favor como en contra, a pesar de lo lejos del mainstream general que están algunas de ellas.

Esto es algo muy estimulante, y supone además un ajuste de la idea-proyecto que está detrás de El flagelador de los Regres. En definitiva, la constatación de que más allá de programáticas e idearios más políticos que otra cosa, hay espacio para la discusión de ideas mucho más importantes y de base. Y que la defensa de la libertad individual puede hacerse a mayor escala que la política, por más que en dicho teatro estemos y tengamos que estar siempre combatiendo.

Es la idea misma de regre, ampliada de su espectro político a otras facetas de la vida, la que me da pie a emprender una tarea más amplia de comunicación y de aprendizaje, en lucha contra ideas y prejuicios que por más que estén superados en todos los ordenes del conocimiento se repiten una y otra vez en todos los ámbitos de la sociedad, desde el plano individual al más amplio que podamos imaginar (país, estado, civilización). No es esta tarea de la que me excluya a mí mismo, ya que como hombre estoy expuesto a esa misma propensión al error; es este blog, más mis andanzas por el ancho internet la prueba más visible de mi esfuerzo por librarme de mi parte regre, parte que seguramente todos tenemos.